“El acero es infinitamente reciclable y clave para la descarbonización del mundo”
Alejandro Wagner
“El acero es infinitamente reciclable y clave para la descarbonización del mundo”
En Infoacero nos interesa mostrarles a nuestros lectores el panorama del acero desde una visión global y más allá de nuestras fronteras. Por eso invitamos al director ejecutivo de la Asociación Latinoamericana del Acero, Alacero, para hablar de los temas que interesan a los productores y comercializadores de la industria siderúrgica y metalúrgica. Con él, conversamos acerca de la situación de nuestro gremio en la región y las perspectivas que se visualizan a futuro.
Alejandro Wagner, quien está a cargo de Alacero hace año y medio, ha liderado la transición del sector hacia una gestión cada vez más sustentable, innovadora y segura. Su experiencia de varios años en compañías vinculadas a la cadena de valor del acero, así como en entidades de inversiones y comercio internacional, le dan la visión global para ser el vocero del gremio en el continente y liderar los procesos de cooperación regional e integración.
- ¿Cómo ha sido la evolución de la industria del acero en Latinoamérica?
La industria del acero en América Latina se ha ido consolidando y profesionalizando a lo largo de las últimas décadas. Hoy es uno de los sectores manufactureros primarios más innovadores, tecnificados y eficientes. Se han llevado adelante procesos de sinergias que dieron un salto de calidad a la industria. El acero es un producto esencial para nutrir muchas otras industrias como la construcción, la automotriz, línea blanca, maquinaria para minería, agro y múltiples aplicaciones.
Es un tipo de sector que por su importancia estratégica para el desarrollo de un país y por ser de capital intensivo, requiere de planes e inversiones asociadas de largo plazo. También es un gran generador de empleo altamente calificado y remunerado, tanto, que en 2021 dio origen a más de 1’300,000 empleos, entre directos e indirectos.
Hoy la región produce aproximadamente 65 millones de toneladas y su consumo aparente es de aproximadamente 70 millones. Las importaciones de Asia siguen siendo una amenaza latente. El consumo per-cápita de la región está en torno de los 116 Kgs, la mitad que USA, y un tercio comparado con Europa. Se trabaja con una capacidad ociosa del 35% y el potencial de aumentar producción ante un aumento de creciente de la demanda está más que visible.
Hoy, las personas y el medio ambiente están en el centro de las decisiones y son valores primordiales, de igual forma la seguridad y salud, así como el cuidado del planeta. De hecho, cada vez más inversiones se dirigen en ese sentido.
- ¿Cuáles son los países líderes en la región y de qué depende que sobresalgan y se destaquen?
Si se lo mide por consumo de acero, Brasil y México, casi en partes iguales, representan el 70% de la región, seguidos por Argentina (7%) y Colombia (5%).
En el acumulado del consumo de los seis primeros meses de 2022, los destacados fueron: Colombia (214,8%), Brasil (88,3%), México (58,9%), Chile (36,4%), Perú (34,5%) y Argentina (11,8%). Pero de la producción, la delantera la lleva Argentina.
En cuanto al desempeño del sector, para 2022 se espera una caída del 5,1% en el consumo aparente de acero, principalmente por una fuerte reposición de la red en Latinoamérica. Aun así, es un buen nivel en comparación con años previos a la pandemia (promedio 2017-19 66,1 Mt/año). El resto del año dependerá del conflicto entre Rusia y Ucrania, y de las elecciones presidenciales, especialmente cuando hablamos de la industria en Brasil, pero ya podemos ver una recuperación en la industria en forma de V, es decir, hubo un aumento antes de la pandemia, luego una caída y en el 2023 volveremos a subir.
Datos de Alacero indican que en los primeros seis meses de 2022 la producción bruta de acero en América Latina cayó 2,3% frente al primer semestre de 2021, y 3,1% frente al segundo semestre del mismo año. Países como Chile (-14,1%), Perú (-10,1%), Brasil (-2,8%) y México (-1,2%) y Colombia (-0,6%) presentaron reducciones. Por su parte, Argentina registró un aumento del 4,1%. Eso es lo que indican los datos de Alacero, entidad responsable de integrar alrededor del 95% de la cadena productiva del material en la región.
La producción de acero laminado estuvo un 1,4% por debajo del primer semestre del año anterior y un 0,4% por debajo del segundo semestre del mismo año. Las reducciones se dieron en Chile (-19,9%); Brasil (-9,2%); Argentina (-4,5%) y Colombia (-2,3%). Perú (+0,3%) registró estabilidad y México siguió creciendo, pues obtuvo 13,6% en el primer semestre.
La industria también es responsable por la generación de empleos: en 2021 se generaron más de 100.000 puestos de trabajo en la industria regional, superando la cifra previa a la pandemia (2019). Este incremento supone un aumento del 8,3% respecto a 2020, año en el que se perdieron 93.000 puestos de trabajo. Como resultado, el sector en América Latina alcanzó 1,3 millones de puestos de trabajo.
Brasil fue el país que registró el mayor aumento de empleos directos en 2021 con respecto a 2020, con un total de más de 16.600 puestos de trabajo, seguido de Perú, con 1.900. Los países con mayor indicador de generación indirecta de empleo en 2021 fueron Chile (9,67), México (6,50), Ecuador (5,28), Argentina (4,76) y Brasil (4,44).
- En ese contexto, ¿Colombia qué lugar ocupa y cómo se ha desarrollado esta industria a través de las empresas del gremio en el país?
Colombia ha evolucionado mucho en los últimos años, pues conviven empresas regionales y otras familiares con años de experiencia y trayectoria. El nivel de tecnificación, calidad y productividad es muy bueno. Es una industria clave para el país, donde la construcción civil y de infraestructura representan el principal sector consumidor de acero. Es un gremio que genera empleos altamente calificados para Colombia y que será un socio clave para el desarrollo sustentable de los próximos años.
- ¿Qué fortalezas y debilidades tiene este sector en Colombia y por qué?
Como todo país con industria de acero es muy importante la defensa comercial, que no es otra cosa que defender empleo, personas y familias colombianas. Como dije antes, las decisiones e inversiones que estas empresas toman son de largo plazo y si a esto le sumamos la necesidad del acero como elemento fundamental de la economía circular, no me cabe dudas que la oportunidad es enorme. Pero insisto, es importante el diálogo público-privado constante, en pos de comprender el valor e importancia de una industria como esta.
- Tras la pandemia que afectó la industria, su producción y los precios, ¿cuáles son los retos que enfrenta el sector en Latinoamérica para destacarse a nivel mundial?
El mayor reto de la industria del acero es la sustentabilidad y la emisión de CO2. El acero, a diferencia de la mayoría de los demás materiales, es infinitamente reciclable y uno de los materiales clave para la descarbonización del mundo, ya que está muy relacionado con las energías renovables y es un material fundamental para las estructuras sostenibles. La industria ha avanzado significativamente en el consumo de energía por tonelada producida, que se ha reducido a la mitad en las últimas tres décadas. Varias encuestas indican que para el año 2030 se habilitarán nuevas tecnologías capaces de aumentar aún más la eficiencia de la industria.
El sector en Latinoamérica necesita hacer una defensa comercial, o sea, exportar el acero nearshoring de la propia región para utilización, porque el acero de Latinoamérica, incluso, es más sostenible que el de China. Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), el sector mundial es responsable del 7 % al 9 % del total de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Del total emitido por la industria mundial, la industria latinoamericana responde por una participación menor, 2,8%. La emisión latinoamericana de CO2, equivalente por tonelada de acero producido, es 12% inferior al promedio mundial y 31% inferior al promedio chino. Por eso, en el camino de transición hacia energías renovables, que son las que van a permitir reducir drásticamente las emisiones de C02, el desarrollo del gas es fundamental porque su costo sigue siendo razonable y puede funcionar a escala a corto plazo.
- Desde Alacero, ¿cuál es el aporte o propuesta para que los empresarios de la región consoliden un bloque fortalecido en esta industria de cara al negocio?
Para problemas complejos, se necesita pensar y actuar como bloque, como equipo. En temas como la seguridad, el medio ambiente, la innovación, no hay competencia. Por el contrario, compartir buenas prácticas es el camino. Como región, los bloques comerciales han perdido cierto peso, han quedado anticuados. Más aún, se vuelve clave como sector formar bloques inteligentes que logren proponer soluciones a nuestros gobiernos. Ahí es donde se logra un círculo virtuoso en el que todos ganamos: gremios, empresas, estado, comunidad. Ese es exactamente el rol fundamental de Alacero, amalgamar todos estos intereses y traer todas las voces necesarias para colocar sobre la mesa problemáticas comunes y soluciones efectivas.
- En cifras y comparativamente, ¿cuáles han sido los efectos directos de la guerra Rusia-Ucrania sobre el desarrollo de la industria del acero en nuestro continente?
La guerra de Rusia contra Ucrania no solo impacta a las naciones involucradas, en el sentido de daño humano y económico. Iniciado en febrero de 2022, el conflicto involucra a dos países que son importantes exportadores de acero y mineral de hierro, materiales esenciales no solo para las economías europeas sino también mundiales.
Según datos de la OCDE, mientras que Ucrania es el decimocuarto mayor productor de acero bruto (21,4Mt en 2021) y el octavo mayor exportador de acero del mundo (15Mt en 2021), Rusia es el noveno mayor exportador de mineral de hierro del mundo con una producción de 25,7Mt en 2020, y el tercer exportador de carbón. Por lo tanto, el conflicto entre países puede tener un impacto sustancial en los precios de las materias primas.
Según Alacero, para 2022 la expectativa es que haya una caída de 5,1% en el consumo aparente. En julio de 2022, la producción de acero bruto disminuyó un 5,3% respecto al mes anterior, alcanzando los 5,2 Mt. En junio de este año, el consumo aparente fue de 5,6 Mt (-16,0% respecto a junio de 2021 y +6,3% respecto al mes anterior). En cuanto al año 2021, el sector tuvo una recuperación con relación al 2020: la producción de acero bruto aumentó un 16,0%, alcanzando un total de 64,7 Mt, mientras que la producción de acero laminado aumentó un 18,6% (55,9 Mt).
- ¿Qué tanto depende Latinoamérica de las relaciones comerciales con los grandes productores del mundo?
De manera directa, el 85% del trade de acero se da dentro de la región. El otro 15%, extrazona, tiene matices. Hay amenazas cuando se trata de importaciones de países con otras condiciones de mercado que afectan el empleo local, reemplazando una tonelada de acero que podría producirse en nuestra región.
Pero también hay exportaciones regionales e internacionales (USA y algo a Europa), que demuestran la competitividad y alto estándar del acero producido en Latinoamérica.
De manera indirecta hay decenas de vínculos comerciales, y considerando los múltiples sectores consumidores de acero, es innegable el vínculo comercial con Asia, por ejemplo, como principal importador de alimentos de nuestra región.
- ¿Qué estrategias tendría que implementar nuestra región para que la industria del acero se mantuviera en crecimiento, aún si la guerra continuará indefinidamente?
La oferta de acero está disponible. La producción en general es muy eficiente. Por lo cual, el crecimiento dependerá más de la demanda que de la oferta. Es decir, mejores condiciones económicas, más desarrollo, significan más consumo de acero. La producción y consumo de acero son muy elásticas respecto al PBI. Incluso, el consumo per-cápita de acero es un indicador muy utilizado para medir el nivel de desarrollo de una nación. Por eso es ideal que haya más infraestructura, más puentes, carreteras, autos, máquinas, industrialización.
Por otro lado, más allá de las condiciones macro, estas son necesarias pero no suficientes. Es importante la estabilidad política e institucional para el desarrollo de las inversiones necesarias en el mediano y largo plazo. Lo mismo que los sistemas impositivos, fiscales y laborales, que en muchos de nuestros países ameritan serias revisiones y modernización.
- ¿Qué tanto influye la inflación y la variación del precio del dólar en la industria del acero en Latinoamérica y en Colombia?
Como todo proceso productivo altamente integrado, con costos de insumos importados, pero también con otros costos en monedas locales, sin duda, tienen impacto. No obstante, en general, nuestras empresas están más que acostumbradas a operar en este tipo de condiciones.
- Según el contexto actual, ¿hacia dónde se inclina la tendencia de la industria en los próximos cinco años, tanto a nivel mundial como latinoamericano?
Es posible que para 2023/24 la demanda de acero se contraiga debido a un menor crecimiento global, una crisis energética fuerte y un reacomodamiento geopolítico debido a la invasión rusa en Ucrania. Hacia adelante, es probable que el mundo retome un crecimiento, y puntualmente el acero como elemento clave de la transición energética, tenga un futuro promisorio. Para nuestra región, las oportunidades, así como los desafíos, son mayúsculos.
Destacados
. Hoy, las personas y el medio ambiente están en el centro de las decisiones y son valores primordiales, de igual forma la seguridad y salud, así como el cuidado del planeta.
. La industria ha avanzado significativamente en el consumo de energía por tonelada producida, que se ha reducido a la mitad en las últimas tres décadas.