De tormentas y estrategias

David Barros C.
Director Ejecutivo


 

Las economías de Colombia y del mundo experimentan una “tormenta” que genera gran incertidumbre.

Las empresas del sector acero presentaron crecimientos notables en ventas y utilidades durante el año 2021, sin embargo, para el final de 2022 se vislumbran resultados a la baja en el comercio del acero en Colombia. Por ejemplo, hacia agosto, las importaciones eran de 1.327.000 toneladas, lo que registraba una disminución del 17.6 % con respecto al mismo periodo del año anterior, que mostraba la cifra de 1.611.062 toneladas.

Se sabe que factores como la elevada tasa de cambio, la inflación, las altas tasas de interés, las consecuencias de la guerra entre Rusia y Ucrania, la restringida oferta de China por su política de Covid 0, así como el aumento de la percepción de riesgo país, representan condiciones que impactan la confianza para desarrollar inversiones, especialmente en la construcción y, por ende, en el sector acero.

En consecuencia, lo más probable es que al finalizar este año el consumo nacional aparente de acero se vea afectado y presente una tendencia a la baja con respecto a 2021, pudiendo llegar, Incluso, a niveles semejantes a los del año 2019.

No obstante, las crisis presentan oportunidades, pero es claro que será solo para aquellos líderes que estén dispuestos a hacer las cosas de manera distinta. Ellos deberán poner a prueba su capacidad de adaptación a los cambios y orientar sus empresas con estrategias que respondan de forma rápida a las realidades existentes; demostrar su resiliencia y transformar su comunicación para enfrentar la tormenta. Si, tal como reza en el dicho: “Ningún mar en calma hizo experto a un marinero”, en esta tormenta se aguzará el verdadero liderazgo.

La estrategia será fundamental al momento de sortear los vientos tormentosos que se ciernen en el mar de la economía colombiana, pero ¿Qué tipo de estrategia es la ideal?

Según un fragmento del poeta griego Arquíloco: “El zorro planea muchas estrategias, el erizo conoce una sola estrategia, grande y efectiva”. Y según el ensayo de Isaiah Berlin sobre los seres humanos en general, en el que se remite a la metáfora de ERIZOS Y ZORROS, describe:

El erizo: ve las cosas a través de una sola idea central, definida. Con una visión centrípeta.

El zorro: Ve el mundo a través de varias ideas a la vez. Existe la incertidumbre, el desorden, el caos… con falta de control sobre las situaciones presentadas. Visión centrífuga.

Por una parte, el estilo erizo pretende volver el caos, la tormenta y la confusión en un orden único y coherente, respectivamente, mediante una idea definida y preconcebida, con aversión al riesgo. Pero en el otro espectro están los zorros, quienes viven en ideas opuestas y ven el caos y el desorden como algo normal en su vida. A esta categoría pertenecen los creativos y personas que disfrutan el riesgo, la flexibilidad.

Isaiah Berlin admite que zorro y erizo pueden coexistir, señalando que en Tolstoi está un claro ejemplo. Lo anterior nos permite explicar qué tipo de decisiones estratégicas son las más apropiadas par enfrentar la tormenta actual, de acuerdo con nuestra naturaleza humana. Pues bien, estamos ante la utilización de estrategias de zorros y erizos, porque se necesitará la visión de navegar en aguas confusas, incoherentes, inciertas; y, por otro lado, la visión de algunos seres humanos que tienden a recurrir a ideas fijas y a controles que les dieron resultados en otras tormentas.

De todas maneras, el proceso de toma de decisiones en el momento actual no tendrá una solución fácil ni evidente y sí, por el contrario, retará al líder a seguir cultivando grandes aspiraciones en el corazón de sus colaboradores. Pero queda claro que si no desarrolla las capacidades para conseguir esas aspiraciones con estrategias ganadoras, solo se convertirá en un demagogo en el corto plazo.